Y dos boleros…

TOMADA DE LAS REDES SOCIALES.

Un 21 de diciembre de 2004, José Manuel Caballero Bonald envío una carta al maestro Joaquín Sabina con el nombre de: “Bolero para la botella vacía”. Verso dedicado a Joaquín y Jimena. Un mes después, el genio de Úbeda respondió con: “Bolero de la última resaca”. En ese mismo año, se incorporó al disco “Alivio de luto”, una mezcla de ambas cartas: “Dos horas después”.
¡Un temazo!

Bolero para la botella vacía.

“La noche ha consumido sus botellas
y nadie sabe ya la hora que es.
Han pasado los días como hojas
de libros sin leer.

Tiene la vida algo de argumento
que no se acaba nunca de entender,
la vida es una copa de ese vino
que no quita la sed.

Tu cuerpo es como un verso encandilado
escrito con carmín en la pared,
sabe a licor y a luna retenida
en la copa de ayer.

Siempre acaba la noche cuando empiezan
las vacilantes ganas de beber.
la botella vacía es esa historia
que no termina bien”.

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD. DICIEMBRE, 2004

Bolero de la última resaca.

“La tarde consumió su luego fatuo
sin carne, sin pecado, sin quizás
las noches se agavillan como aves
a punto de emigrar.

Y el mundo es un hervor de caracolas
ayunas de pimienta, risa y sal
y el sol es una lágrima en un ojo
que no sabe llorar.

Tu espalda es el ocaso de septiembre,
un mapa sin revés ni marcha atrás,
una gota de orujo acostumbrada
al desdén de la mar.

Y al cabo el calendario y sus ujieres
disecando el oficio de soñar
y la espuela en la tasca de la esquina
y el vicio de olvidar”.

JOAQUÍN SABINA. MADRID, ENERO 2005

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