Dirigida en el año 1961 por Luis Buñuel, está basada en la novela Halma, de Benito Pérez Galdós y recibió el máximo galardón del Festival de Cannes, la Palma de Oro. La película parte de una joven monja llamada Viridiana, interpretada por la actriz mexicana Silvia Pinal. Viridiana abandona el convento para realizar una visita a su tío viudo Don Jaime, interpretado por Fernando Rey, quien termina siendo atraído por sus encantos intentando mantener una relación con la joven. Al no conseguir su propósito, Don Jaime se suicida, hecho que provoca un sentimiento de culpa en Viridiana. Todo esto hace que abandone su ordenación religiosa para dedicar su tiempo a la caridad cristiana en un hogar que tendrá que compartir con su primo Jorge, interpretado por Francisco Rabal, hijo natural de Don Jaime.