Ángel González Muñiz fue un poeta español de la Generación del 50. Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985 y académico y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996, publicó su primer libro de poemas en 1956.
Recopilamos sus mejores frases:
«Escucho tu silencio. Oigo constelaciones: existes. Creo en ti. Eres. Me basta».
Te puede interesar…
«Pero si tú me olvidas quedaré muerto sin que nadie lo sepa. Verán viva mi carne, pero será otro hombre —oscuro, torpe, malo— el que la habita…».
IMAGEN TOMADA DE LAS REDES SOCIALES.
«Míralo todo bien; eso que pasa no volverá jamás y es ya igual que si nunca hubiese sido».
«Lo había perdido todo: amor, familia, bienes, esperanza. Y se decía casi sin tristeza: ¿no es hermoso, por fin, vivir sin miedo?».
Te puede interesar…
«No hubo elección: murió quien pudo, quien no pudo morir continuó andando».
«Mientras tú existas, mientras mi mirada te busque más allá de las colinas, mientras nada me llene el corazón, si no es tu imagen, y haya una remota posibilidad de que estés viva en algún sitio, iluminada por una luz cualquiera… Mientras yo presienta que eres y te llamas así, con ese nombre tuyo tan pequeño, seguiré como ahora, amada mía, transido de distancia, bajo ese amor que crece y no se muere, bajo ese amor que sigue y nunca acaba».
IMAGEN TOMADA DE LAS REDES SOCIALES.
«Cuando no sepas qué hacer vente conmigo, pero luego no digas que no sabes lo que haces».
«Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas, y una voz cariñosa le susurró al oído: – ¿Por qué lloras, si todo en ese libro es de mentira? Y él respondió: -Lo sé; pero lo que yo siento es de verdad».
Te puede interesar…
«Porque la verdad duele. Y lo único que te agradezco ya es que me engañes una vez más… —“Te quiero mucho…”».
«Hay que ser muy valiente para vivir con miedo. Contra lo que se cree comúnmente, no es siempre el miedo asunto de cobardes. Para vivir muerto de miedo, hace falta, en efecto, muchísimo valor».
«Esto, que está muy mal, está pasando. Como pasó el amor, pasará el desconsuelo ¿Acabaré agradeciendo al tiempo lo que en él siempre odié? Que todo pase, que todo lo convierta al fin en nada».
IMAGEN TOMADA DE LAS REDES SOCIALES.
«Y ahora, con el alma vacía como tantas veces, contemplo el lento paso de los días que me empujan no sé hacia qué destino oscuro, presentido ya sin curiosidad. Es aburrido saber y no saber, equivocarse y acertar. También estar seguro es tan insoportable en muchos casos como dudar, como ceder, como desmoronarse».
«Quise mirar el mundo con tus ojos ilusionados, nuevos, verdes en su fondo como la primavera. Entré en tu cuerpo lleno de esperanza para admirar tanto prodigio desde el claro mirador de tus pupilas. Y fuiste tú la que acabaste viendo el fracaso del mundo con las mías».