Muere a los 61 años la escritora Almudena Grandes. Autora de una obra enorme en la que reflexiona desde la ficción sobre la historia social y política de España de los siglos XX y XXI. Nos deja un equipaje de lecciones.
Recopilamos sus mejores frases:
«No hay amor sin admiración».
«Luego alcancé a comprender que el tiempo nunca se gana y que nunca se pierde, que la vida se gasta, simplemente».
«Es un error pensar que la memoria tiene que ver solo con el pasado. Tiene que ver con el presente y con el futuro, porque si no sabemos de dónde venimos no podremos saber quiénes no queremos ser ni a quién nos queremos parecer».
«Hay que ser muy valiente para pedir ayuda, ¿Sabes? Pero hay que ser todavía más valiente para aceptarla».
«Pasaron muchas cosas aquella noche, palabras, gestos, silencios que recordaría toda su vida».
«Había sido demasiado amor, tanto como el que yo podía dar, más del que me convenía. Fue demasiado amor. Y luego, nada».
«La expectativa de felicidad es más intensa que la propia felicidad, pero el dolor de una derrota consumada supera siempre la intensidad prevista en sus peores cálculos».
«Entonces pensó que el silencio pesa tal vez en quien calla más que la incertidumbre en quien no sabe».
«El verbo creer es un verbo especial, el más ancho y el más estrecho de todos los verbos».
«Hace treinta años los hijos heredaban la pobreza, pero también la dignidad de sus padres, una manera de ser pobres sin sentirse humillados, sin dejar de ser dignos ni de luchar por el futuro».