«Londres fue para mí un paraíso. Además, siempre viví en los aledaños de Portobello Road. Como ahora, en Madrid, en los aledaños del Rastro. Sentía que mientras estuviera viviendo ese paréntesis, no cumpliría años. De hecho, siempre digo que tengo siete años menos, que son los que viví en Londres. Porque como no se construía nada y siempre estaba uno esperando volver a España, pues no se acumulaba nada, ni siquiera tiempo, años. Se vivía flotando. Era fantástico. Le recomiendo a todo el mundo que se exilie un ratito».