«Quien se enamora primero es la mujer y después el hombre y es una situación casi desgraciada.
Porque la mujer hace el duelo de la separación con el hombre incluido y el hombre tiene que hacer el duelo ya sin la mujer o con la mujer aborreciéndolo.
Al hombre le pasa mucho que dos meses antes ya había pensado que, a lo mejor, estaría bien dejar a esa mujer… pero de pronto lo deja ella, sin complejo de culpa y presentándole a su nuevo novio, y entonces él se vuelve a enamorar…
porque somos unos imbéciles y pelotudos».