“México en cuarentena y mascarilla por culpa de una gripe mal curada que amenaza mutar asilvestrada como una fiebre alta y amarilla.
Del federal distrito, cual ladilla, viaja el virus a Londres y a Granada, a Hong Kong, a Chicago, todo es nada cuando el sueño amanece pesadilla.
Por más que hayan saltado las alarmas, los médicos no saben con qué armas contener esta bíblica amargura.
La culpa no es del pobre animalito que produce un jamón tan exquisito sino del hombre, que no tiene cura”.