IMAGEN TOMADA DE LAS REDES SOCIALES.
Los coruñeses afirmaban sin dudarlo que era de A Coruña. Los gijoneses aseveraban con rotundidad que era oriunda de Gijón. Y en San Sebastián negaban a ambos para afirmar que era donostiarra. Pero ni del norte ni del sur: era canaria. Joaquín Sabina desveló en una entrevista que la misteriosa chica del pueblo con mar la noche después de un concierto era de Lanzarote. Entre las notas de la canción de “Y nos dieron las diez”, incluida en el álbum Física y Química (1992), se mezclaron vivencias reales e historias ficticias a lo largo y ancho del mundo que llevaron a la gente a adueñarse de ella hasta hacerla propia. Y por eso en cada pueblo o ciudad costera se garantizaba con total convicción que la protagonista de una de las letras más internacionales del Flaco de Úbeda era paisana suya.
Pero el misterio dejó de ser misterio para convertirse en realidad. En el transcurso de una entrevista concedida a El Comercio el día en el que Sabina actuaba en Gijón, el artista reconoció que la muchacha del pueblo con mar era de Lanzarote. Lo dijo así. Sin darle más importancia ni entrar en detalles, y casi pasando por alto por la pregunta. Como si la enigmática mujer no hubiese generado diversidad de historias y expectativas por cumplir. En la versión coruñesa de la canción de “Y nos dieron las diez”, el encuentro entre Joaquín Sabina y la mujer empezó en la discoteca Pirámide, siguió en el afterhours ya cerrado de Soweto y terminó en la habitación de un hotel donde les dieron “las diez y las once, las doce y la una / y las dos y las tres / y desnudos al amanecer nos encontró la luna”.
Tal vez te interesa… ¿La “Princesa” de Sabina existe?
Así, de una manera natural, Joaquín Sabina revelaba que la chica que inspiró esta canción, que tiene más de dos décadas, era de la isla conejera. “Y nos dieron las diez” forma parte del álbum “Física y química”, que lanzó en 1992.
Tal vez te interesa… Interpretación de “De purísima y oro”.
Tal vez te interesa…