El maestro Joaquín Sabina platica una anécdota sobre el día de los Reyes Magos.
“El único día de fiesta que recuerdo allí era del de los Reyes Magos. Era un día muy triste, y vivía en una plaza donde iban a enseñar sus juguetes. Los niños ricos del pueblo llevaban una bici y yo llevaba un aro y me cagaba en la madre que los parió”.