El maestro Joaquín Sabina tiene una canción poco conocida: “La torre de Babel”. Está incluida en la sección “De viva voz y adosados”.
«Como un perro que lame o ladra sin motivo, como una carta urgente sin dirección ni sobre, temprano descubrí que todos los caminos que yo elegí desembocaban en la torre de Babel. La luna choca contra la pared. Quiero decir que anduve lo mismo que cualquiera en busca de unas manos que, en mitad de la noche, entre tantos idiomas el mío comprendieran por los teléfonos de la torre de Babel. En el acuario se deprime un pez.