“A los dos días, al llegar a Madrid, hice la música, la maqueta, el tirón… Se la envié y ‘qué guay’. Nos olvidamos todos de la movida”, recuerda Pozo. Fue el año 2017, al asumir Leiva la producción del nuevo disco de Sabina, cuando recuperaron la canción del cajón para grabarla. Me piden la maqueta y sacaron esa cosa, que está de puta madre, pero se me quedó la espinita de la primera versión.