«El disco de “19 días y 500 noches” es uno de los discos más aclamados por los Sabineros. Llegando hasta el punto de afirmar, que, desde entonces, el maestro no ha vuelto a escribir otro que lo iguale. Quizá eso sea aventurarse demasiado, y sea demasiado frívolo afirmarlo tan a la ligera. En lo que no hay discusión, es en la calidad superlativa de ese disco. Lo cierto es que supuso un cambio bastante importante en la carrera musical, a mi parecer, fue aquí cuando la voz se le rompió del todo. Esto se puede comprobar fácilmente comparándolo con su inmediato predecesor “Yo, mí, me, conmigo”.