El joven aprendiz de pintor…

TOMADA DE LAS REDES SOCIALES.

El maestro Joaquín Sabina cuenta al escritor y periodista Javier Menéndez Flores cómo surgió “El joven aprendiz de pintor”.

“De esa tengo algo que decir. Está hecha en la calle Tabernillas. ¿Por qué digo lo de Tabernillas? Porque era un piso que me costaba cuatro mil pelas al mes; era una casa de mierda que tenía lo mismo que tiene mi casa de ahora. Es decir, pobre, rico o mediopensionista, mis casas se han parecido mucho en su odio al minimalismo. En la calle Tabernillas había cosas más baratas que las que tengo ahora, pero había muchos libros y cuadritos y dibujitos.

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Lo curioso de esa canción es que se adelanta mucho a su tiempo. O bien, cosa no desdeñable, que yo era vanidoso avant la lettre. Porque la verdad es que no tenía dinero para comer y escribí esa canción como si fuera Frank Sinatra. Como vengándome de cierta gente. Es una canción que sigo escuchando con gran placer y me divierte mucho eso que te digo: el que yo, en Tabernillas, en La Mandrágora, ya tuviera complejo de persecución y de envidias ajenas. Es un enigma para mí. Porque la escribí mucho antes de tocar en auditorios importantes”.

Sabina, J y Menéndez Flores, J. (2007). “Sabina en carne viva”, Barcelona: Ediciones B.

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