“Te pareces al infierno, a la niñez, al mes de abril,
te pareces al sueño en que ambos tardáis en venir.
Tu carne es seda, es viento, es humo, es barro, es jazmín,
tus pechos son mi barrio y tu vientre es mi país.
Cuando la noche siembra de sombra mi alrededor
tu ausencia como un árbol me crece en el corazón.
La cama donde duermo no te ha conocido a ti
y tiene una tristeza de iglesia sin bendecir.
Lo único que busco cuando escribo esta canción
es que algún día escuches y te toque el corazón”.