El maestro Joaquín Sabina hace una reflexión sobre la relación de pareja y llega a la conclusión que el hombre y la mujer no están hechos para entenderse.
«Al hombre, más o menos razonable, le encantaría tener una mujer que fuera un amigo, un cómplice, que discutiera con él de todo, que se interesara por sus cosas… y no suele suceder.
El hombre y la mujer no están hechos para entenderse, aunque yo quiero pensar que es posible y sigo buscando».