“Enero vino miaja cuesta arriba,
febrero con cuarenta y dieciocho
tacos cumplidos más el puto IVA,
abril después de un mes de marzo pocho.
La flor de mayo crece siempre viva
burlando al dulce junio al tocomocho,
don julio hará, pese a la suerte esquiva,
su agosto con el Nano y un bizcocho.
Septiembre sabe a marzo ultramarino,
octubre capa y sayo, milagros a
luciérnaga a la vera del camino.
Noviembre, becerrita caprichos a
que embiste a la paños a del destino,
diciembre noche vieja y a otra cosa”.