Joaquín Sabina realiza esta magnífica composición en la última página de la segunda edición del libro Con buena letra, un ejemplar que, aunque hay lugares del mundo donde no ha llegado, y la gente quiere comprarlo, es una pieza de coleccionista. Si aún no la tienes, no pierdas la oportunidad de comprarla, un cancionero del flaco totalmente personalizado por él.