“Purísima y Oro” no es la canción que tengo que cantar en cada concierto y que corea el público, pero sí es mi favorita por el modo de describir los años de la posguerra, por hablar de esa figura mítica que fue Manolete y, sobre todo, de Lupe Sino, su novia con la que no se pudo casar y a la que no dejaron ni entrar a la habitación cuando se estaba muriendo. Me parece que ahí hay una historia sobre los peores años del franquismo, sobre la posguerra, muy emocionante para mí. Un anillo y unas medias de cristal es lo que las señoritas solteras de entonces soñaban. Las medias de cristal porque había una escasez tremenda y eran de estraperlo y el anillo porque significaba que se iban a casar. En ese verso está resumido todo eso, incluida mi madre